La representación femenina se encuentra latente en todos los ámbitos de la agricultura, contribuyendo activamente a la evolución del sector agroalimentario. Actualmente, y gracias al creciente movimiento de agricultura digital y agricultura de precisión, la mujer participa con cada vez más presencia en los principales eslabones de la cadena productiva. La unión de la tecnología con el campo se ha convertido en un universo cada vez más propicio para la participación femenina.
Las mujeres ganan cada vez más espacio en el trabajo rural, impulsando aún más el desarrollo del sector. La fuerza de trabajo femenina está en constante aumento en el país y en el mundo. Las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señalan que las mujeres representan el 43% de la mano de obra rural en el mundo.
En las últimas décadas, la participación femenina en el emprendimiento no ha parado de aumentar, convirtiéndose en empresarias y generando empleos para otras mujeres. Actualmente, la participación de la mujer en el trabajo rural está representada por propietarias de tierras, investigadoras, agrónomas e incluso operadoras de maquinaria. Son fuertes responsables del aumento exponencial de la productividad y producción agrícola de forma responsable y sostenible, contribuyendo así al desarrollo económico y al bien común social.
Aunque se dedican a labores profesionales en el campo, la mayoría de estas mujeres trabajan en doble turno, ya que, aún trabajando fuera del hogar, siguen siendo responsables del trabajo doméstico y del cuidado de los hijos, lo que demuestra la polivalencia femenina.
La participación de la mujer en el campo ha generado cambios significativos para el sector, trayendo más comunicación y allanando el camino para la adopción de nuevas herramientas, permitiendo un aumento en la productividad y calidad de los cultivos. Y en referencia al mundo digital, están cada vez más conectadas e insertadas en el universo tecnológico, trayendo automatización a los procesos de gestión en el campo y siendo activas en la agricultura 4.0.
La participación femenina en la modernización de la agricultura española
El mundo está experimentando una transformación radical que incluso se intensificará en los próximos años. Estamos viviendo momentos de cambio exponencial, y la pandemia de COVID19 ha generado necesidades específicas en la sociedad y en el sector empresarial, siendo una de ellas la implementación de la digitalización como solución para diversos procesos.
Esta transformación se aprecia claramente en el sector agrícola español, que en apenas unas décadas ha dado un gran salto desde un sector tradicional a uno mucho más avanzado y competitivo, pero al que todavía le queda mucho por madurar según el Informe de Tendencias Agrifood 2022, de Fundación INTEC.
El impulso tecnológico abrió las puertas para que el público femenino realice trabajos que antes eran considerados exclusivos de los hombres. Sin embargo, aún existe una disparidad de género que pone en riesgo considerable la concreción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que en su ODS 4, tiene como objetivo garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
Según la Organización de Estados Iberoamericanos, aunque los estudiantes universitarios representan el 55% del total, en España el porcentaje de mujeres en cursos de tecnología no supera el 13%.
A pesar de la disparidad, estamos viendo una evolución de la participación femenina en la agricultura moderna. Es sinónimo de revolución, ya que los entornos diversos que favorecen el desarrollo de los profesionales, independientemente del género, se desempeñan mejor. En España, el 23% de las explotaciones agrícolas europeas están dirigidas por una mujer según la Eurostat.
Empoderar a jóvenes y mujeres forma parte de las estrategias de digitalización del sector agroalimentario y rural en España para participar en el proceso de transformación digital del sector agroalimentario y forestal y del sector rural, facilitar la implementación de agricultura de precisión y mejorar los procesos de intercambio de conocimiento entre agricultores de diferentes regiones de España.Es por eso que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de su Estrategia de Digitalización del Sector Agroalimentario, está impulsando medidas que les permitan conocer in situ nuevas experiencias y formas de trabajo, investigación fundamental en la adopción de nuevas tecnologías por parte de los agricultores, y también la creación de redes de agricultores, directivos y emprendedores de PYMEs y Startups del sector agroalimentario.
Liderazgo positivo
Hoy, la participación de la mujer en la fuerza laboral afecta positivamente el crecimiento económico rural y la productividad de las ciudades. Las mujeres desempeñan muchos papeles esenciales en la vida cotidiana del sector agrícola, lo que demuestra una representación femenina cada vez mayor en el sector. El universo femenino tiene distintas características, la mayoría de las cuales destacan cualidades como la atención al detalle, la organización y la buena relación con los empleados. Con un estilo de trabajo completo y dinámico, la participación femenina se vuelve fundamental en la agricultura digital, que es un área que requiere una mirada certera, innovadora y resiliente.
La transformación digital en la agricultura ha contribuido a la inserción de la mujer en el mundo rural, ya que la automatización del trabajo ha reducido significativamente la demanda de trabajo manual, atrayendo al público femenino a este tipo de trabajo y desmitificando la teoría de que el trabajo en el campo esencialmente requiere fuerza.
Con la llegada constante de innovaciones tecnológicas para la agricultura, estos líderes natos han adoptado herramientas digitales capaces de hacer más seguro y efectivo el trabajo en el campo, como utilizar las soluciones de Graniot que le permiten obtener información del campo de manera sencilla y fácil a partir de teledetección y NDVI, mejorando la gestión de explotaciones agrícolas.
La transformación digital en la agricultura necesita de las mujeres, ya que su inserción en el mundo tecnológico no solo representará más oportunidades, sino también ventajas competitivas en el mercado, beneficiando a la empresa y a la sociedad. La presencia de mujeres en los equipos directivos genera en general un mayor compromiso social, una visión amplia y diversa, dado que impactan directamente en la renta media de las familias, además de un modelo de liderazgo más participativo y colaborativo.
Por una agricultura más sostenible, ayudando a nuestros agricultores. 👨🌾🌱